Plancharle, cocinarle, lavarle, achupinarle panatalones, coserle parches, ir a comprarle un lápiz a Ushuaia y llevárselo a La Quiaca, sacarle fotos como una fan, no cualquiera, la número uno, son algunas de las cosas que hacía por mi principe azul.
Aparte de estar siempre impecable, depilada con precisión suiza, las uñas arregladas, perfumada y siempre lista con una sonrisa colgate de oreja a oreja.
Pero claro, es que mi príncipe se lo merecía, era tan azul que solo le faltaba la franja amarilla en el pecho para ser la camiseta de Boca, divino, atento, lo que se dice un bombón.
Lamentáblemente, para él, pasada la barrera de los 30 años y con una década y media de relación yo pretendía que los sueños se hicieran realidad y algunas promesas se cumplieran, ojo nada descabellado.
Es justo en ese momento cuando dicho príncipe se da cuenta de que su CENICIENTA, se volvió una hincha pelotas.
Venirle con reclamos a ÉL??, donde se ha visto, yo que le tengo que estar eternamente agradecida por haberme sacado de adentro del Tupperware.
Y es ahí, cuando sin importarle una mierda de nada agarra sus petates y sin mediar explicación, salvo un "ME VOLVÉS LOCO" dicho al pasar, se manda a mudar y si te he visto no me acuerdo.
Esto lo digo con total soltura ahora, pero estuve meses echandome la culpa y preguntándome si realmente lo había vuelto loco,................, nahhh, olvidate yo no.
Ahora, sinceramente sigo creyendo en que en algún momento va a llegar el príncipe azul, y espero que cuando lo haga traiga en la mano una zapatilla Vans, nro 35 que me quede, así me la calzo y salgo corriendo, mientras le hago un corte de manga al grito de, SI QUERÉS COMPAÑIA COMPRATE UN PERRO Y PARA ATENDERTE ESTÁ TU VIEJA, A MI NO ME VENGAS CON CUENTOS.
Moraleja, si querés y te hace feliz dejarte los pelos de las piernas largos, el bigote y rascarte el higo todo el puto día, HACELO, porque a la hora de escapar les da lo mismo plantar a Cantinflas que a la Barbie "perfecta amada de casa".
PD: Y CON EL VIVIERON FELICES PARA SIEMPRE TE PODÉS HACER UNA ENEMA.